EXHIBICIÓN TEMPORAL



“AMO EL HINOJO”



NUSHI MUNTAABSKI.
CURADIRÍA CRISTINA SCHIAVI 



Texto de la curadora

En sus últimos trabajos Nushi Muntaabski vuelve a los cultivos. Su propia vida, alejada de la ciudad, la inspira.
La plantación, el cuidado de la huerta, la experimentación con terapéuticas botánicas, la conectan con aquellas mujeres de la antigüedad llamadas "curanderas" o "brujas".
Las herramientas que utilizaban para proteger o curar eran las mismas que Nushi usa: aceites naturales, polvos, etc.
Nushi rescata un saber empírico, relacionado a lo orgánico como las verduras, frutas, hierbas y lo curativo.
Nushi y su mundo circundante, la huerta, sus aceites y el hinojo.
El cuidado de la huerta protege la tierra, le devuelve su dignidad.
La terapéutica botánica de Nushi alterna el cuidado, la alquimia y el brillo que forma parte de lo festivo.
El brillo de los hinojos, de su esencia, nos trae serenidad y traslada nuestra imaginación a otros mundos posibles.

Cristina Schiavi, 2025.


Texto de la artista

Siempre amé al hinojo
Amo al hinojo, su forma, sus capas, su textura, su aroma.
Al cortarlo, al morderlo, al olerlo, al mirarlo.
Planta salvadora de todos los tiempos, amado por las mujeres que saben de la vida, es una de las pocas plantas que produce fito hormonas. Hormonas femeninas.
Lo cultivo, tengo una huerta sola de hinojos, que de tanto amarlos ya crecen en todas partes, en el borde del estanque, en el camino, en los canteros y en el bosque.
Se adapta y es generoso.
Sana y de eso doy fe, sus fenoles calman los cólicos fuertes. Tomar un té de sus finas hojas es garantía de cura . Quita la resaca.
De sus semillas se extrae el aceite esencial, este aceite estaba en la tumba de Cleopatra. Aceite mágico por excelencia, calma nervios, calores, dolores menstruales, y
relaja, da sensación de bienestar.
Aclara la mente, da seguridad y aumenta la voluntad en momentos de flaqueza.
Me podría casar con un hinojo, hoy le hago el homenaje que se merece.


Nushi Muntaabski